Hace 20 años culminaba uno de los proyectos de Investigación más conocidos de la historia: El Proyecto Genoma Humano. Con aquel proyecto se pudo conseguir por fin la información completa de nuestros genes, abriendo la puerta a los tratamientos basados en nuestra información genómica. Sin embargo, 20 años después todavía faltan multitud de pasos por dar para conseguir los mejores tratamientos en base a la genética de cada persona.
Introducción
La pregunta más importante que se me planteó al escribir este artículo fue: ¿Qué es exactamente la Medicina Personalizada? Responderla nos permitirá asentar las bases científicas y técnicas sobre las que basar nuestro análisis de la situación actual de su aplicación en el desarrollo de nuevos fármacos y terapias.
La Medicina Personalizada o de Precisión, es aquella que basa las decisiones médicas sobre la patología de un paciente en sus características genéticas específicas; aquellas que le predisponen a responder mejor a un tratamiento que a otro disponible para esa misma patología.
Para poder desarrollar esta medicina con efectividad, es necesario disponer de biomarcadores capaces de predecir la respuesta a los tratamientos. Por tanto, uno de los principales objetivos de cualquier estudio clínico relacionado con la medicina personalizada debe ser el desarrollo de este tipo de biomarcadores. Para que se produzca este desarrollo es fundamental conocer los patrones genéticos de expresión de la patología y cómo estos se relacionan con el comportamiento de la enfermedad.
En estos estudios, es importante partir de objetivos claros y concisos para conseguir los mejores resultados posibles, ya que los estudios demasiado complejos y con end-points poco concretos fracasan con mayor asiduidad a la hora de obtener resultados significativos.
Por eso, es recomendable separar los estudios que utilicen este approach, en varios estudios. Algunos basados en la historia natural de la enfermedad, con el fin de validar biomarcadores predictivos de respuesta al fármaco y otros dónde se prueba la eficacia, y seguridad del fármaco personalizado utilizando estos biomarcadores como parte de los criterios de inclusión o exclusión del estudio, o como end-points secundarios del mismo.
Una estrategia útil es desarrollar los biomarcadores en fármacos ya aprobados, mediante estudios de post-aprobación para mejorar la tasa de pacientes que responden al fármaco. Así, se elimina el uso de este tratamiento en pacientes que no se beneficien de él, y, además, se reducen los elevados costes que conlleva realizar varios estudios simultáneos desde el comienzo del desarrollo clínico de un fármaco.
Por tanto, ¿Qué convierte a un fármaco común en uno personalizado? Lo más importante para considerar un fármaco como personalizado es que los médicos puedan decidir en qué pacientes puede ser útil y en cuáles no, en base a datos clínicos objetivos, y esto solo puede lograrse desarrollando biomarcadores predictivos de la respuesta al fármaco.
¿Qué se debe priorizar a la hora de hacer un estudio de este tipo?
En esta sección, se analizarán cuáles son los factores más importantes para desarrollar un buen Estudio Clínico personalizado.
- La correcta estratificación de los pacientes en el estudio. Es fundamental especificar en los criterios de inclusión y exclusión qué biomarcadores de valor positivo o negativo diferencian a los pacientes para los que se quiere comprobar que nuestro nuevo fármaco en estudio es más eficaz. Ejemplos pueden ser, comprobar en Cáncer de Mama el estatus del receptor de membrana HER-2, o del receptor hormonal, o realizar un test de análisis mutacional en Cáncer de Colon para comprobar la estabilidad de los Microsatélites.
- Uniformidad entre los grupos control y tratamiento. Para poder comprobar la eficacia y seguridad del tratamiento personalizado es esencial que todos los grupos sean lo más homogéneos posibles en cuanto a las características genéticas de la enfermedad de base. Emplear un correcto método de randomización es absolutamente necesario para el éxito de estos estudios.
- Una correcta elección de los endpoints primarios y secundarios. La elección de estos debe ser cuidadosamente estudiada en base a la elección de los mismos en estudios previos de la misma patología, con el objetivo de conseguir resultados fácilmente comparables, para poder demostrar la eficacia del approach personalizado.
¿Qué decisiones son beneficiosas para avanzar en este campo?
Lo más importante en el camino de conseguir desarrollar este tipo de Medicina debe ser desarrollar, validar clínicamente e implementar el uso de rutina en hospitales de distintos test de Anatomía Patológica, Genéticos y de Secuenciación Profunda de Genes o de Genomas completos en cada vez un mayor número de patologías. En este sentido, la extensión del uso y el abaratamiento de secuenciar el ADN humano favorece una implantación más rápida de esta medicina.
El segundo paso debe ser integrar toda la información generada de los test de diagnóstico especializados con la respuesta del paciente a los tratamientos recetados y supervisados por el distinto personal médico encargado de su caso. Esta información debe quedar recogida en la Historia Médica del paciente.
Toda esa información generada debe ser cuidadosamente manejada y analizada por expertos médicos y estadísticos con el fin de encontrar patrones que sirvan de base para formular una hipótesis de partida para un Estudio Clínico que permita determinar qué pacientes, con qué características genéticas determinadas se beneficiarían más de recibir un tratamiento u otro para su patología.
¿En qué punto nos encontramos actualmente?
En algunas enfermedades como el cáncer se ha avanzado mucho en los últimos años y cada vez más hospitales emplean este tipo de medicina para conseguir el mejor tratamiento posible para cada paciente. Aun así, todavía falta mucho por investigar y avanzar sobre qué biomarcadores utilizar para separar los pacientes y también en el desarrollo de nuevos tratamientos.
Sin embargo, en otras enfermedades la falta de prioridad, de interés y de dinero invertido, dificultan el conocimiento detallado de la progresión patológica, fallando en obtener candidatos idóneos para ser biomarcadores en la esfera clínica, o, aun cuando se han identificado como buenos candidatos, la falta de recursos complica su desarrollo clínico hasta validarse para su uso en la práctica clínica habitual.
A pesar de todo, el esfuerzo, la dedicación y la pasión de muchos profesionales tanto en la Industria como fuera de ella hace que cada día se avance más en el proceso de alcanzar una Medicina Personalizada, que esté alineada con uno de los principios fundamentales de la Medicina, para conseguir el mejor resultado para nuestro paciente dañándolo lo menos posible en el proceso.